Sobre los ataques a la enseñanza pública


Este es un blog en el que escribo principalmente sobre temas técnicos relacionados con el día a día mi trabajo en clase, pero hoy voy a hacer una excepción y voy a dedicarle esta entrada a los secuaces que últimamente se dedican a atacar la enseñanza pública desde el monopolio mediático que existe en este país. Lo más increíble de todo es que estos ataques se iniciaron desde el propio Ministerio de Educación, con su ministro José Ignacio Wert a la cabeza. Creo que a la mayoría de los docentes todavía nos cuesta hacernos a la idea de que sea nuestro propio ministro el que nos ataque.

Gracias al compañero Juan Rafael Fernández, leí el otro día el artículo Mitos y leyendas de la reforma educativa, de Lorenzo Bernaldo de Quirós en Mercados de El Mundo en el que se dedica a atacar la enseñanza pública y ensalzar las maravillas de la enseñanza privada. Todo parte de la suposición de que si los resultados de los centros privados son mejores, es porque se funcionan mejor que los públicos, luego sobran centros públicos y faltan privados. Extraigo las siguientes frases del panfleto anterior, que soy muy significativas:
La realidad española muestra que los centros escolares de titularidad privada tienen mejores resultados que los públicos y, en términos agregados, son más baratos. El mito de una educación privada sólo accesible a las familias con ingresos medio-altos y altos es eso, un mito.

Se podría hablar largo y tendido sobre qué resultados debe obtener una persona a lo largo de los años que pasa en la escuela, aunque suponemos que el señor Bernaldo se refiere en exclusiva a los resultados académicos, a las calificaciones vaya y a la hora de comparar los centros entre sí, suponemos que se refiere a las pruebas de diagnóstico que se realizan desde hace algunos años. Cualquier persona relacionada con la docencia o que haya analizado mínimamente estas pruebas, sabe que los resultados hay que tomarlos con bastante precaución y aunque son un buen comienzo para realizar una necesaria evaluación del sistema educativo, no están pensados realmente para comparar centros entre sí (no se trata realmente de una prueba externa por lo que son manipulables si se quiere).

Pero supongamos que los centros privados (concertados o no) obtienen mejores calificaciones medias en las pruebas de diagnóstico y esta fuera una prueba objetiva e imparcial. Del escrito del señor Bernaldo se da a entender que esto es consecuencia de su buen hacer. Veamos si no hay otros factores que pesan más.

De los muchos aspectos que influyen en los resultados académicos de un alumno: capacidad intelectual, medios a su disposición, profesores que va a tener a lo largo de años o apoyo familiar, es sin duda este último el más importante en etapas tempranas, aunque paulatinamente van ganando peso otros aspectos a medida que el alumno va adquiriendo mayor madurez. Es fácil obtener buenos resultados académicos de alumnos de los que se tiene el apoyo incondicional de sus familias, que se preocupan por ellos, que los apoyan y les exigen a la vez; sin embargo es una ardua tarea (aunque muy gratificante cuando se consigue) obtener resultados similares de alumnos que no tienen ese apoyo familiar, aunque se disponga de buenos medios y buenos profesionales. Parecería que este factor no debería influir en la comparación de los resultados académicos entre centros públicos y privados, pero esto sería así si las condiciones económicas de la familia no fuera el principal factor para entrar en un centro privado.

Los centros privados y el nivel económico de las familias de sus alumnos

El señor Lorenzo Bernaldo afirma que el mito de una educación privada sólo accesible a las familias con ingresos medio-altos y altos es eso, un mito, pero no aporta ningún dato ni ningún estudio de alguna prestigiosa universidad estadounidense que no conoce nadie. Dice que no es un mito y punto, pero la realidad es tozuda y dice justamente lo contrario.

En España hay centros privados en los que las familias de los alumnos son las encargadas de pagar los costes anuales de la matriculación de sus hijos y centros privados concertados con el Estado, en los que es el Estado el que paga los costes de los alumnos matriculados. Obviamente los centros privados son sólo accesibles a familias con ingresos medio-altos, por lo que suponemos que el señor Bernaldo se refiere a los centros privados concertados que deberían ser accesibles a toda la población por igual, pero como veremos a continuación, tampoco eso ocurre ya que por lo general (aunque hay algunas excepciones), los centros concertados son accesibles principalmente a familias con ingresos medio-altos.

Cuando un centro público o privado concertado tiene más solicitudes que plazas disponibles para algún curso, debe seleccionar entre todas las solicitudes recibidas conforme a un baremo previamente establecido por la autoridad educativa competente, en dicho baremo se puntúan diferentes aspectos, siendo el principal factor la cercanía de la vivienda al centro educativo. Es decir, que la mayoría del alumnado de un centro educativo vive en el mismo barrio o barrios limítrofes al centro donde estudia. Es con este sencillo método, totalmente legal por cierto, con el que se consigue segregar por nivel de renta al alumnado, ya que los centros privados (concertados o no) se ubican principalmente en determinados barrios. Cualquier lector puede pensar en la ubicación de los centros educativos privados de su ciudad, pero para aportar un dato concreto a esta discusión, he realizado el siguiente mapa de los centros privados y públicos que imparten enseñanzas de la ESO en la ciudad de Sevilla [Nota técnica: Los datos están extraídos directamente de la web de la Consejería de Educación en formato csv, los he transformado con un pequeño programa escrito en Python a un fichero tabulado para superponerlo como una capa a OpenLayers, la biblioteca javascript que utiliza los mapas del proyecto OpenStreetMap como base]:

Distribución de centros públicos y privados en los que se cursa ESO en la ciudad de Sevilla

Los datos son realmente sorprendentes, de un total de 67 centros privados, la inmensa mayoría están en barrios con rentas altas o medio-altas (Centro, Triana, Los Remedios, Reina Mercedes, Nervión, etc.) y sólo 7 de ellos están se encuentran en zonas de rentas medias o medio-bajas. Luego no es ningún mito señor Bernaldo, al menos no lo es en la rancia Sevilla.

Los centros privados y la población inmigrante

A lo explicado en el apartado anterior hay que añadir que una gran parte de centros privados son católicos por lo que, aunque no pueden legalmente rechazar solicitudes por motivos religiosos, la proporción de alumnos de otras creencias es drásticamente menor que en centros no religiosos. Lo anterior, junto con la segregación por renta que explicamos anteriormente, podría explicar el por qué el alumnado inmigrante cursa sus estudios principalmente en centros públicos, tal como puede verse en resumen del informe del defensor del pueblo (2003) en el que se aporta el dato de que el 80% del alumnado inmigrante cursaba sus estudios en centros públicos.

¿Tan mal está la escuela pública?

Ni mucho menos. Hay muchas cosas que mejorar, pero no es lo que pretenden hacer con estos movimientos. Lo que pretendo mostrar en este escrito es que al igual que no tiene sentido comparar los resultados académicos medios de centros públicos de barrios con características muy diversas, no tiene sentido comparar los resultados de los colegios privados con los públicos. Podría tener más sentido realizar una comparación entre los diferentes centros (públicos o privados) de una determinada zona y aún así habría que conocer muy bien algunos detalles para que esa comparación fuera válida.

La escuela pública es hoy por hoy muy variada, hay alumnado de toda condición social y como es lógico es no excluyente. Pero hay que conseguir que vaya a mejor, hay que conseguir obtener los mejores resultados posibles para cada caso, en alguno será un éxito que termine la enseñanza obligatoria, en otro que estudie el Ciclo Formativo para el que tenga capacidades y preferencias y que pueda resolverle el futuro laboral y en otros casos será lo más adecuado cursas estudios universitarios. En ningún caso, una mejora de las opciones para el alumnado matriculado hoy en día o en los próximos años en la escuela pública, pasa por privatizar nada.

¿Por qué quieren perjudicar a la enseñanza pública?

Por dinero, ni más ni menos. Es la misma estrategia que se está siguiendo atacando la sanidad pública y universal: si conseguimos bajar la calidad de estos servicios, las clases medias que los usan pero que podrían pagar los mismos servicios en una compañía privada, pasarán a utilizarlos con el consiguiente aumento del negocio en estos sectores. El resto de la población simplemente utilizará unos servicios públicos depauperados (caridad en lugar de calidad, sólo cambia una letra).

Pero …, ya os conocemos y no nos vamos a quedar parados.

Sobre los ataques a la enseñanza pública

3 comentarios en “Sobre los ataques a la enseñanza pública

  1. paqui dijo:

    He llegado a este blog buscando información sobre iptables, además de encontrar un artículo bien explicado me ha gustado ver esta entrada sobre la educación pública. Yo estudié en la escuela pública y lo que soy se lo debo a la pública. Ahora trabajo como profesora en un ies público. Uno de los ataques más dolorosos a la escuela pública parte de gente que estudió en ella, aunque no sea de mala fe. La excusa que ponen para elegir la concertada es que en la pública hay muchos alumnos que son una mala influencia para sus hijos, ya sea a nivel académico ( por ejemplo inmigrantes que bajan el nivel) como a nivel social (alumnos con problemas sociales, con problemas familiares, problemas de comportamiento….). Consideran la escuela pública un sumidero de alumnos problemáticos y no quieren que sus hijos se vean perjudicados. Los «normales» en las ciudades van a los concertados, y ellos a su pesar, porque dicen que aman lo público, los llevan a concertados por el bien de sus hijos. Me dicen que si yo viviera en una ciudad haría lo mismo. Es muy triste que hayan conseguido publicitar la escuela pública como un ghetto del que hay que huir si eres un buen padre. Debemos hacer lo posible por defender lo público desde dentro. Cuando las cosas te van mal, lo único que te queda es lo público. La crisis nos ha enseñado que no somos tan ricos como creíamos y que muchos que defienden lo privado, no lo van a poder pagar.

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